La historia es bastante larga y con el paso del tiempo puede que vaya contando un poco mas de como comenzó todo esto, pero acá unos pequeños datos:
1. Creo firmemente que nadie quiere dejar su tierra, por más que todo vaya mal, por más que la vida nos esté dando duro, no creo que las personas quieran cambiar de lugar, sino que nos hubiera gustado que el lugar donde estabamos, cambiara.
2. Ningún viaje es fácil, haber llegado en avión, caminando, en barco, en mula o en vehículo, no hace que nada sea más fácil, todos botamos lagrimas, sudor, cabello, uñas si te las comes de ansiedad. Toda forma de migrar es díficil, sin embargo es valido entender los retos que cada una de ellas enfrentan.
3. Uno nunca vuelve a ser el mismo luego de eso...
No mucho luego de que terminaramos de salir de mi [[Segunda Pandemia]], donde todos cambiamos de una forma u otra, esa época en la que estar en casa y disfrutar las pequeñas cosas que dabamos por hecho, donde aprendimos a tolerar mas a las personas, pero también a saber a quien no soportabamos desde el inicio. En esos tiempos de incertidumbre tuve *{gracias universo}* la compañía del perro y el gato de mi hermano, Momo y Kiro.
![[9b98f15f-5c39-444b-a084-ca7d526a9afa.jpeg]]
Momo un Cocker Spaniel que llegó a nuestras vidas en el 2012, y Kiro, un gato naranja que un día mi hermano escucho llorando en un árbol cuando volvía de casa de su novia, ahora esposa, en el 2011. Estos dos chiquitos fueron parte muy importante durante mi 2018 y mi 2020, dos años que cambiaron toda mi vida, pero de esto les hablo luego.
Saliendo de la pandemia, tuvimos muchas conversaciones con mi hermano y cuñada: llegó el momento que Momo y Kiro viajaran a reencontrarse con ellos luego de 3 años estando lejos. La misión era montar al perro de 8 años y al gato de 9 años en un avión y que sobrevivieran para contarlo, porque vamos, las noticias de perros y gatos fallecidos en la parte de atrás de un avión son de las cosas más terribles que uno puede leer cuando busca información sobre eso.
Luego de hablar con la aerolínea, porque de Managua solo una aerolínea permitía viajar con mascotas en ese momento, reservamos sus boletos y tomamos la decisión de que Kiro, al ser mayor, iría conmigo y Momo, iría en la jaula atrás.
En ese momento teníamos alrededor de dos meses para tener todos los papeles listos, la jaula transportadora para Momo y el maletín suave para Kiro, ya que tenía que ir en mis pies en el avión. Yo iba a viajar con ellos.
En mi vida he hecho muchos viajes y realmente es algo que disfruto mucho, pero no sabia que este iba a ser el más estresante de mi corta vida.
Luego de conseguir todas las vacunas que necesitabamos, los permisos de exportación, esterilizarlo porque sabíamos que en el destino al que iban iba a ser demasiado costoso. 2 días antes fueron a sus últimas revisiones con los veterinarios y llegó el momento de decirle adios a Tita *{Mi gata que estaba recién llegada a la casa}* y nos fuimos al aeropuerto.
![[IMG_3745.jpeg]]
Salir de Managua fue un poquito intenso, la mejor amiga de mi mamá, mi papá y mi ex pareja de ese momento me acompañaron, luego de tener una plática muy "amena" con las personas de la aerolínea ya que no querían que viajara con los dos animales, logramos que les dieran el visto bueno para hacerlo. Entregué a Momo para que llevaran a la parte de atrás del avión, 2 hrs antes de mi vuelo, y aunque el vuelo duró 3 hrs, para mí fueron como 60 hrs.
Llegar, esperar a bajar del avión, caminar a migración con Kiro, esperar que la fila se moviera, revisar los documentos y Kiro, y luego por fin, salir a buscar la maleta y a Momo.
Encontré la caja transportadora del perro justo al lado de las maletas, al parecer no era el único viajando ya que había otra caja 3 veces del tamaño de Momo donde estaba un Gran Danés muy activo. Momo, me recibió con su carita de recién levantado y su colita moviéndose, que aunque no podía verla, si podía escucharla. Lo monté al carrito, coloqué a Kiro y salimos, lo primero que vi fue a mi hermano, lo abracé y lloré...
Tal vez porque sabía que ya no iba a tener a Momo esperandome a llegar a la casa, o dormir con Kiro abrazados por las noches, a lo mejor porque el pánico que sentí al ver que todo iba lento, la fila, la gente, el sistema, o a lo mejor era todo lo que venía conmigo desde hace 3 años y hasta ahorita respiraba... Ese día dentro de mi algo respiro de nuevo.